Lata de sardinas: beneficios para la salud
Se pueden encontrar tanto frescas como en conserva y son un alimento muy recomendado por nutricionistas para mayores y pequeños. Ahora bien, el hecho de que un alimento sea bueno para la salud no significa que se deba abusar de él, así que es de especial interés conocer con qué frecuencia se puede tomar una lata de sardinas.
Investigadores del Hospital Clínic de Barcelona han realizado un estudio para conocer los beneficios de incluir una lata de sardinas en la dieta semanal. Para realizarlo, incluyeron a 152 pacientes de centros de atención primaria de 65 años o más con prediabetes, algunos de los cuales consumieron 200 gramos de sardinas conservadas en aceite de oliva a la semana.
El grupo de los que no comieron sardinas en lata como parte de su dieta comenzó con un 27% de pacientes con un riesgo muy alto de sufrir diabetes y, transcurrido un año, el 22% continuaba teniendo esa condición. Mientras, el grupo de quienes sí tomaron sardinas enlatadas, empezó con un 37% de pacientes con un riesgo algo de sufrir diabetes y, después de un año, apenas un 8% seguía teniendo ese nivel de riesgo.
Por lo tanto, consumir este tipo de pescado ha demostrado beneficios notables en la salud. Ha llevado a mejoras significativas en varios marcadores bioquímicos esenciales, que incluyen la reducción del índice de resistencia a la insulina, el aumento de los niveles de colesterol bueno (HDL) y hormonas como la adiponectina, que mejoran el metabolismo de la glucosa.
Además, se ha observado una disminución en los niveles de triglicéridos y la presión arterial. Estos beneficios hacen que este alimento sea una opción valiosa para mejorar la salud y el bienestar en general.
Las sardinas en lata ofrecen una fuente de proteínas excepcional, repleta de todos los aminoácidos esenciales que son necesarios para el crecimiento y la regeneración de los tejidos corporales. Las proteínas desempeña un papel vital en la creación de enzimas, hormonas y otros compuestos bioactivos esenciales cruciales para el adecuado funcionamiento del cuerpo humano.